Tengo un problema, bueno, no estoy seguro si es un problema, pero a veces me asusta. Tengo la tendencia de crear algo, sea una canción o poema que escribí, o una pintura, o lo que sea, y me pongo tan orgulloso de mí mismo, y me enamoro tanto de mis primeros intentos creativos, y me emociono tanto que quiero que el mundo entero vea lo que he hecho. Me siento como un niño que garabatea unos casi círculos y líneas en una hoja de papel y corre a su madre gritando; «¡Mami, Mami! ¡Mira! ¡Eres tú!» Este entusiasmo me puede durar varios días, pero usualmente cuando vuelvo la obra después de un tiempo, me doy cuenta que en realidad no es tan espectacular, y no se compara con lo que los artistas «de verdad» están produciendo.
Si tú eres como yo, tal vez incluso intentas limitar tu emoción porque no quieres ser visto como inmaduro o tienes miedo de pensar que hiciste algo increíble cuando en realidad es garabato comparado a otros artistas. Sin embargo, ser como niño es esencial para la creatividad. Ser como niño es esencial para ser auténtico y la autenticidad es esencial para la originalidad. Hasta Jesús dijo que tenemos que ser como niños para entrar el reino de Dios. Wow, este asunto de ser como niño necesita ser una prioridad. Este tema es digno de mucha más atención que le voy a dar en este post. Estaré hablando sobre esto mucho más en futuros posts. Pero déjame enumerar unas cuantas características de niño que se me ocurren.
Los niños, dado el ambiente apropiado, son:
Curiosos
De todo corazón
No temen el fracaso
Deseosos de aprender
Presentes, en el momento
Chistosos
Y mucho más…
Los niños se creen asombrosos, y que pueden hacer cosas grandiosas y las cosas que hacen son increíbles. Como creativos, tenemos que asumir esta actitud. Tenemos que dejar de preocuparnos tanto por cómo los demás percibirán nuestro trabajo y simplemente crear cosas que nos hacen felices.
Actualmente estoy escuchando un audiolibro llamado, Creativity Inc. por Ed Catmull, cofundador de Pixar Animation (Transparencia: Como un “Amazon Associate” gano de las compras calificadas) . En la introducción, habla sobre cómo crearon su primera película de largometraje animado totalmente en computadora, «Toy Story» A pesar de ser inexpertos en el campo de películas, lucharon con la tentación de tomar el consejo de los ejecutivos de Disney quienes les dijeron que llenaran sus películas de canciones. A lo contrario, pusieron su fe en una idea simple; «si hiciéramos algo que nosotros quisiéramos ver, otros también quisieran verlo»
Deja de crear para agradar a otros. Crea algo que te encante, con tus gustos y tus preferencias. No les gustará a todos, a algunos sí, pero lo que realmente importa es que encuentres vida al hacerlo. Alguna vez has hablado con un artista sobre su trabajo y te dice: «Hmmm está bien supongo, no es mi mejor trabajo.» Cuando un autor no está emocionado por su trabajo, me deja con un sabor feo en la boca. A veces pienso en Dios estando tan emocionado por su creación que tuvo que crear a los humanos para tener a quien mostrar su obra. Nosotros también tenemos que emocionarnos por lo que hacemos, aunque seamos inexpertos, y no hemos desarrollado nuestras habilidades todavía.
Recién escuché un podcast de Makers & Mystics donde Stephen Roach entrevistó a Lauren Midgley, una fotógrafa de arte fino conceptual. Lauren decía vez tras vez que todavía estaba aprendiendo, cómo usar su cámara y cómo usar photoshop y así. Después del podcast seguí a Lauren en Instagram y le dejé un comentario en su post más reciente agradeciéndole por enfatizar que todavía se siente como inexperta. Ella respondió a mi comentario: «Aprender en el camino lo hace una experiencia riesgosa y emocionante.» En otras palabras, nuestro arte debería ser una aventura.
Espero que de aquí a 5 años vuelvo a mirar mi trabajo actual y digo: «Wow, he avanzado mucho.» Sin embargo, temo que, de aquí a 10 años, mirando los 5 años previos, pensaré: «Mi trabajo es bueno, pero es monótono.»
Así que seamos como niños, mantengámonos curiosos, tomemos riesgos y creemos cosas que disfrutamos, y emocionémonos por los comienzos pequeños.
Entonces aquí voy. Este soy yo siendo presente, siendo vulnerable y siendo infantil. Lo siguiente es un poema de verso libre que escribí hace un par de semanas. Soy nuevo con la poesía, pero me estoy enamorando cada vez más con esta forma de expresión. No sé si este poema es bueno o no. Lo único que sé es que me sentía vivo cuando lo escribí.
Libre para Volar
Escrito y traducido por Luke Vandergriff
Extiéndanse alas, y levántenme. Voy a salir a volar. ¿A dónde iré? No lo sé, no me importa. Sólo quiero volar porque puedo. Sólo quiero volar porque soy libre. Quiero intentar, aunque no sepa por qué. Por qué puede volarse por la ventana, por ahora, sólo quiero saltar y caer hasta que el viento me arrebate en sus brazos y me lleve por la mano a tierras lejanas que nunca he visto ni soñado.
No tengo que llorar, pero puedo y lo haré. Derramaré mis fuentes de angustia y regaré la tierra seca y polvorienta. Soltaré las compuertas de aflicción sobre los valles ardientes para apagar los incendios que consumen mis viñas. ¡Y me reiré! Flotaré sobre mi espalda en mi piscina gigante de gozo. Absorberé las sonrisas que brillan sobre mi cara cada mañana. Pensaré y me asombraré. Dejaré que fluyan las palabras y las dejaré desvanecerse.